¿Por qué las organizaciones de aprendizaje funcionan? (8 razones)

1. Desarrollo de personas:

Una organización de aprendizaje facilita el aprendizaje, lo que mejora las habilidades personales y las cualidades de los miembros de una organización. Los miembros no solo se benefician de sus propias experiencias, sino también de compartir las experiencias de otros.

2. Mayor motivación:

Debido a la participación de las personas para mejorar sus propias habilidades, valores y trabajo, se vuelven más maduros con respecto a sus roles y se sienten motivados para contribuir lo mejor posible. Las oportunidades para la innovación, la creatividad y el pensamiento libre les ayudan a desarrollarse a sí mismos y a sentirse satisfechos con sus roles laborales.

3. Flexibilidad de la fuerza laboral:

La organización del aprendizaje hace que los trabajadores sean más flexibles. Los trabajadores pueden moverse libremente dentro de la organización entre los trabajos y, por lo tanto, desarrollar su capacidad para hacer frente rápidamente a un entorno cambiante, para sobrevivir a las competiciones.

4. Mayor creatividad:

Las personas tienen más oportunidades de volverse creativas en una organización de aprendizaje. Pueden probar nuevas ideas sin preocuparse por los errores. Reciben un reconocimiento por sus contribuciones creativas que dejan espacio para que florezcan nuevas ideas.

5. Mejor interacción social:

El aprendizaje mejora la interacción social y desarrolla las habilidades de comunicación interpersonal. Esto fomenta el trabajo en equipo, lo que hace que las organizaciones funcionen mejor.

6. Mejores equipos y grupos de trabajo:

Una organización de aprendizaje desarrolla equipos de alto rendimiento. Aprenden, crecen y se desarrollan, y se desempeñan de manera eficiente para que la organización brinde mejores resultados.

7. Intercambio de conocimientos:

Compartir el conocimiento común es importante para completar un trabajo. En un entorno de aprendizaje, la información y el conocimiento fluyen libremente. El intercambio de conocimientos dentro del equipo y entre equipos también ayuda a desarrollar la confianza mutua y hace que una organización sea de alto rendimiento.

8. Interdependencia:

Una cultura de interdependencia aumenta la conciencia de sus miembros y mejora las relaciones entre ellos a nivel personal. Conociéndose mutuamente, sobre sus roles, necesidades y tareas, los miembros pueden aprender cómo administrar mejor su tiempo y planificar su trabajo de manera más eficiente. Sin embargo, con el aumento de la tasa de aprendizaje, dicha dependencia disminuye y los miembros pueden progresar por su cuenta y planificar mejor sus trabajos sin depender de los demás.

Además, una organización de aprendizaje facilita la ruptura de las barreras de comunicación tradicionales, mejora las relaciones con los clientes, desarrolla los recursos de conocimiento, fomenta la innovación y la creatividad, protege contra el riesgo en la toma de decisiones, etc.