La escucha como herramienta de comunicación: habilidades de escucha, enfoques y barreras

La escucha como herramienta de comunicación: habilidades de escucha, enfoques y barreras.

Introducción - Habilidades de escucha:

"Cuanto mejor escuches, más suerte tendrás". - Kevin Murphy

"Un buen oyente no solo es popular en todas partes, sino que después de un tiempo sabe algo". - Wilson Mizner

"Que cada hombre sea rápido en escuchar, lento en hablar". - Nuevo Testamento

"Una de las mejores maneras de persuadir a otros es escuchándolos". - Dean Rusk

Conversacion:

"¿Vas al mercado?"

"No, no, voy al mercado".

"Oh, pensé que ibas al mercado".

Conversacion:

“La duquesa decía que eres una conversadora encantadora.

¿Cual es tu secreto?"

"Bueno, toda la noche estuvo hablando y toda la noche yo escuché".

De los clips anteriores, está claro que hay mucho poder para escuchar. La buena escucha es necesaria para el éxito. Un buen oyente es más querido, más influyente que un orador de una sola vía. Todo empresario exitoso es un buen oyente.

La buena escucha es esencial en los negocios. Pero esta escucha es más dinámica que pasiva. Uno responde en armonía con el orador y lo guía en la dirección que es mutuamente beneficiosa.

Escuchar es una cosa y escuchar otra. La audición es el proceso físico del sonido que cae en los oídos. Pero escuchar involucra al cerebro, llama la atención sobre el tema y da sentido a la conversación. La audición es a través de los oídos y la escucha es por la mente.

La escucha inteligente requiere apertura mental, concentración, clasificación mental constante y asociación del mensaje escuchado, y notas mentales o escritas.

El proceso de escuchar:

Este proceso consta de cinco etapas: detección, interpretación, evaluación, recuerdo y respuesta.

Detección

Detectar significa estar en sintonía con el orador, ya que sintonizamos una radio que el oyente está preparado y sabe que tiene que escuchar. Si el oyente no está sintiendo, uno puede simplemente promover la escucha preguntando: "¿Estás escuchando?"

Interpretando y evaluando:

Escuchar es significativo cuando una persona convierte las palabras que le llegan en ideas. Las ideas tienen sentido o no tienen sentido. El oyente guarda lo que es útil, separa lo que es inútil y toma nota de lo que no está claro o está incompleto.

El orador puede enfatizar una cosa; El oyente puede considerar otra cosa importante. Un demandante puede preocuparse por sus problemas; El PRO puede querer saber básicamente quién se equivocó en la organización.

Recordando:

La escucha tiene un propósito mayor si el mensaje se registra para su vida útil para ayudar a la memoria, uno puede tomar notas o crear imágenes mentales, y por ejemplo cuando se explica una dirección. Pero las notas escritas a veces pueden poner al orador en alerta y detener su comunicación.

Respondiendo

El oyente puede responder en el momento haciendo comentarios apropiados: "Ya veo", o "¿Es así?" O "Bien". Esto tranquiliza al orador. El oyente puede hacer preguntas para sacar la información requerida y completar la imagen desde su punto de vista. Responder también significa actuar sobre el mensaje recibido y dejarle saber al hablante.

Aproximaciones a la escucha:

La escucha se puede clasificar desde un simple show-off hasta el acto de todo corazón:

1. Pretendiendo escuchar:

En tal escucha, el oyente se enfrenta al orador, a través de la mesa o en la línea telefónica, mientras habla y luego se apaga sin registrar el mensaje. Esto es mero escuchar y no escuchar.

2. Escucha selectiva:

Este es el caso cuando uno edita el mensaje como takable y no takable. En el caso de un mensaje importante, la escucha selectiva conduce al cumplimiento parcial de las instrucciones.

3. Escucha superficial:

Este es el caso cuando el oyente toma solo las palabras pero no el espíritu del mensaje. (Algunos escritores clasifican esto como "escucha atenta, pero este es un término irónico. En el sentido normal, escuchar atentamente es bueno, mientras que en este sentido técnico, " escuchar atentamente "significa una simple demostración de escuchar. Otro término técnico tan irónico es" escritura preciosa ", lo que significa el uso excesivo o inexperto de palabras decorativas.)

4. Escucha enfática:

Este término transmite un énfasis total en el acto de escuchar y asimilar todo el mensaje en palabra y espíritu. El oyente toma el tono, las pausas y el lenguaje corporal relacionado con las palabras. La escucha enfática es necesaria para pasar de la posición preconcebida. La apertura del oyente lo prepara para ser influenciado.

5. Escucha dinámica (mutuamente creativa):

Aquí, escuchar es un proceso creativo en el que el oyente contribuye al significado que se transmite. Agrega su energía a la del orador para generar "sinergia". Los actos colectivos se logran a través de la escucha dinámica. Ayuda a sacar lo mejor del altavoz.

6. Escucha intuitiva:

La intuición, el presentimiento o el sexto sentido es el poder que está por encima de la razón. Conduce a una visión directa de la verdad. Para un oyente intuitivo, una mera insinuación, un tono bajo o un silencio es suficiente para leer la mente de la otra persona.

La intuición se nutre cuando uno escucha música de alta calidad o encuentra soledad natural o meditativa. Los oyentes profundos tienen el poder de desarrollar una corazonada sobre lo que se dice. Una buena madre conoce el estado de ánimo de un niño por la escucha intuitiva.

Barreras para una escucha efectiva:

1. Mala audición:

Si el sentido de la audición es defectuoso, la audición se ve afectada. Al tomar conciencia de ello, uno debe obtener ayuda médica.

2. Cadena de pensamientos del oyente:

La mente está casi siempre activa, pensando en sus propios pensamientos. Estos pueden volverse rápidos y ruidosos de vez en cuando, lo que perjudica la receptividad de uno.

3. Un mensaje demasiado pesado:

El uso de la jerga o la compresión excesiva de ideas puede hacer que un mensaje oral sea demasiado pesado para el oyente.

4. Charla rápida o acentuada:

Uno tiene esta experiencia cuando escucha por primera vez ciertas estaciones de radio extranjeras. Si bien la transmisión es clara para los oyentes habituales y los que están en casa con el acento de los oradores, para otros hay un obstáculo para escuchar.

5. Auto-importancia o prejuicio del oyente:

Si el oyente se pone por encima del hablante, no hay una actitud receptiva. Hay un aire de "saber todo" en el oyente y poca consideración por el hablante. Además, si el oyente concibe un prejuicio contra el hablante, o tiene prejuicios sobre el tema del mensaje, se dificulta la escucha.

6. Malentendido sobre el papel de un oyente:

Algunos oyentes pueden no ser conscientes de cuál es su papel en una situación particular. Pueden pensar que es responsabilidad del orador explicar todo correctamente. Pueden menospreciar su propio papel como el de un receptor unidireccional. Pueden pensar que el rol del orador otorga a la otra parte una importancia primordial.

7. Brecha cultural:

Si el hablante y el oyente tienen diferentes hábitos culturales, la escucha puede ser incompleta. El oyente puede asignar una importancia diferente a una palabra o frase de lo que se quiere decir. Mientras que los orientales están acostumbrados a un estilo elaborado de abordar una reunión, los occidentales a menudo son bastante breves al respecto. Pero esto puede distraer a un oriental.

8. Preocupaciones:

Algunas personas escuchan mientras comen, beben o hacen trabajos manuales. En tales casos la atención se divide. Un gerente ocupado, por ejemplo, puede intentar escuchar mientras presenta documentos o abre el correo. Esto puede estropear la escucha.

9. Ego:

Si el receptor lo considera superior y no está dispuesto a escuchar, este problema del ego actúa como un obstáculo en el proceso de escucha.